El cierre más largo del país podría terminar, pero el caos aéreo persistirá.

El cierre más largo de la nación puede levantarse pronto, reabriendo museos, monumentos y SNAP, pero los cielos no se aclararán rápidamente. Sin pago durante seis semanas, los controladores de tráfico aéreo han faltado, paralizando la mitad de los 30 aeropuertos principales; en Halloween, casi el 80 por ciento estuvo ausente en las instalaciones del espacio aéreo de Nueva York. Una orden federal para reducir los vuelos hasta en un 10 por ciento y las publicaciones del presidente Donald Trump prometiendo bonos no han detenido el caos: las principales aerolíneas vieron casi el 40 por ciento de los vuelos interrumpidos el 7 de noviembre y cancelaron la mitad de sus horarios el día 9. La recuperación podría llevar semanas, posiblemente hasta Acción de Gracias.

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