Tras el cierre federal del 1 de octubre, Luisiana se movilizó para mitigar las consecuencias: el gobernador Jeff Landry utilizará aproximadamente 147 millones de dólares en fondos de emergencia para mantener los beneficios SNAP temporalmente para residentes mayores, personas con discapacidades y hogares con niños a partir del sábado. La administración Trump dice que no emitirá los pagos SNAP de noviembre, dejando a muchos otros, particularmente en el noreste de Luisiana, depender de bancos de alimentos y organizaciones benéficas ya sobrecargados. Las llamadas al 211 aumentaron un 40 por ciento. La incertidumbre se cierne sobre diciembre mientras la inflación aprieta y las oficinas locales enfrentan posibles despidos temporales.
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