La Corte Suprema escuchó el caso Louisiana v. Callais, poniendo a prueba si la Sección 2 de la Ley de Derechos de Voto se mantiene, e encendiendo preocupaciones de que la representación ganada con esfuerzo podría retroceder. El Representante Cleo Fields, cuyo distrito está en juego, expresó un optimismo cauto pero advirtió que poner fin a la Sección 2 tendría repercusiones en todo el país. Los jueces conservadores presionaron por el uso de remedios conscientes de la raza; los liberales calificaron la disposición como una herramienta para la discriminación probada. Afuera, residentes negros se manifestaron. Defensores denunciaron la redistribución de distritos del Partido Republicano, y la demandante Khadidah Stone vinculó la lucha con los llamados de Donald Trump a redibujar los mapas. Los legisladores dijeron que lo que está en juego abarca generaciones y la salud de la democracia.
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