Un día después de que el presidente Trump dijera que San Francisco era un "desastre" e instara a las fuerzas federales a restablecer el orden, residentes y líderes locales respondieron, calificando a las tropas de innecesarias y alarmantes. En parques y en la convención Dreamforce, la gente reconoció la falta de vivienda y la decadencia urbana, pero rechazó la policía militar. Marc Benioff de Salesforce revirtió su apoyo anterior al despliegue de la Guardia Nacional, mientras que un portavoz de la Casa Blanca defendió las intervenciones federales como exitosas en otros lugares. El alcalde Daniel Lurie citó fuertes descensos en la delincuencia; el gobernador Gavin Newsom calificó cualquier despliegue de ilegal y prometió una batalla legal. La fiscal del distrito Brooke Jenkins advirtió que procesaría a los oficiales federales que dañen a los residentes.
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