Tomando un "paseo de la victoria" por un alto el fuego en Gaza, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, elogió al jefe del ejército de Pakistán, Asim Munir, como su "mariscal de campo favorito" y cedió el escenario al Primer Ministro Shehbaz Sharif, quien dijo que volvería a nominar a Trump para un Premio Nobel de la Paz. Bajo el "Trump 2.0", Pakistán ha aprovechado los elogios y las promesas de acceso a tierras raras para fortalecer sus lazos: invitaciones a la Casa Blanca, aprobaciones de misiles AMRAAM y aranceles más bajos que los de la India. Munir, recientemente ascendido por dirigir la crisis de mayo, encabezó una propuesta de minerales, incluso cuando los críticos advierten sobre la influencia militar y la represión de los derechos.
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