Los datos de la ONU muestran que la ayuda de las naciones ricas para la adaptación climática cayó un 7 por ciento a unos 26.000 millones de dólares en 2023, lo que hace poco probable que cumplan la promesa anual de 40.000 millones de dólares para 2025, que sigue siendo solo una fracción de las necesidades. La desaceleración se hace eco de tropiezos más amplios: el presidente Trump está retirando a EE. UU. del acuerdo de París, y solo alrededor de un tercio de los países cumplió un plazo para actualizar los planes de emisiones. Los líderes aún pretenden reunirse en Belém, Brasil, el próximo mes, en medio de un comienzo difícil. "El progreso lento debería enviar ondas de choque", advirtió Ilana Seid de Palaos.
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