El crecimiento de los precios de la vivienda en Estados Unidos se enfrió en agosto, aumentando un 1,5% interanual frente al 1,6% de julio, según muestra el índice Case-Shiller, por detrás de una inflación del 3% y marcando un cuarto mes consecutivo de erosión real del patrimonio neto. Casi todas las áreas metropolitanas cayeron mes a mes, excepto Chicago. Las persistentes tasas hipotecarias elevadas, que se mantuvieron por encima del 6,5% durante el verano, atenuaron la demanda a pesar de ligeros descensos hasta el 6,19% actual. Nueva York lideró las ganancias anuales; Tampa, Phoenix y Miami registraron descensos, con una debilidad más generalizada en las ciudades del oeste. Un índice de la FHFA aumentó un 2,3% anual y un 0,4% mensual, insinuando una estabilización tentativa.
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