Los estadounidenses se enfrentan a entregas complicadas y facturas sorpresa después de que la Administración Trump pusiera fin a la exención de minimis en agosto, como parte de la iniciativa arancelaria del presidente Donald Trump de abril. Los clientes de UPS describen paquetes varados en almacenes, amenazas de desecho y tarifas elevadas: se rechazó el vino italiano de un comprador de Alabama y se le facturaron 13 dólares por "abandono", un vendedor de Depop se enfrentó a un cargo de 769 dólares en un pedido de 179 dólares, y otros citan tasas rusas de aluminio del 200% aplicadas erróneamente. Las empresas se preparan para las fiestas, mientras los expertos advierten que la confusión perjudica a las marcas. Algunos compradores, afectados por cientos de aranceles, dicen que están pausando las compras transfronterizas.
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