El deslumbrante festival kanto de Akita oculta una realidad más dura: roles de género rígidos que alejan a las mujeres jóvenes del Japón rural. Datos del gobierno muestran que Akita tiene la población más envejecida de Japón — el 39% mayor de 65 años — y su tasa de natalidad más baja, mientras que una encuesta encuentra que el 27% de las mujeres jóvenes quieren abandonar sus ciudades natales, frente al 15% de los hombres. Persisten los esquemas de emparejamiento, pero los críticos dicen que no dan en el clavo. La activista Ren Yamamoto dijo al entonces Primer Ministro Shigeru Ishiba que la política pasa por alto las elecciones de las mujeres. Incluso cuando Sanae Takaichi se convierte en la primera mujer primera ministra de Japón, los locales describen un progreso lento, una inquietud persistente y una despoblación que se siente implacable.
Reviewed by JQJO team
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