La transición energética de California está acelerando el cierre de refinerías, dejando a trabajadores y comunidades en vilo. Phillips 66 en Los Ángeles comienza a cerrar este mes, finalizando la producción de combustible en 2025, mientras que Valero podría paralizar o cerrar su planta de Benicia, representando juntas aproximadamente el 18% de la capacidad de refinación del estado. Los reguladores están negociando para mantener abierta Valero mientras los demócratas equilibran objetivos climáticos, precios de la gasolina y empleos. La financiación para reciclar a los trabajadores desplazados, casi 30 millones de dólares hasta la fecha, expira en 2027 sin una prórroga. Para el montador de tuberías Wilfredo Cruz, que gana 118.000 dólares pero se ducha de los residuos de la refinería cada noche, el futuro se siente incierto a pesar de la nueva formación.
Reviewed by JQJO team
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