Kyle Larson capturó su segundo campeonato de la NASCAR en un caótico final en Phoenix Raceway, negándole a Denny Hamlin después de que una bandera amarilla tardía enviara la final a tiempo extra. El neumático desinflado y el accidente de William Byron reagruparon el campo, y las decisiones en boxes alteraron el orden: Larson tomó dos neumáticos para reiniciar quinto, Hamlin cuatro para reiniciar décimo. Larson terminó tercero para asegurar el título, mientras que Hamlin, quien lideró 208 de 319 vueltas desde la pole, se desvaneció hasta el sexto lugar. Ryan Blaney ganó la carrera. Un atónito Hamlin se declaró "entumecido", mientras Larson se maravillaba de haber ganado sin liderar una vuelta.
Reviewed by JQJO team
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