Siete años antes de un tiroteo masivo en una escuela católica de Minneapolis, la policía respondió a una llamada por salud mental en el domicilio del tirador, Robin Westman. Dos años antes, otra llamada a la policía involucró un delito. Westman, de 23 años, quien murió por suicidio después de matar a dos niños e hirió a 17, compró legalmente las armas utilizadas. Si bien la policía no encontró antecedentes previos además de una multa de tráfico, los investigadores descubrieron videos en línea con discurso de odio y entradas en un diario que detallaban los planes para el tiroteo, haciendo referencia a Sandy Hook. El motivo sigue sin estar claro, a pesar de que la familia cooperó con las investigaciones. Incidentes previos en el domicilio familiar, incluyendo revisiones de bienestar y vandalismo, no involucraron directamente a Westman.
Reviewed by JQJO team
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