Durante el cierre, Imelda Avila-Thomas, empleada del Departamento de Trabajo de San Antonio, ha pasado dos semanas tratando de conseguir ayuda por desempleo, subiendo documentos de ingresos pero siendo marcada como inelegible porque los salarios no pueden ser verificados. Ella y miles de trabajadores federales en licencia no remunerada están navegando por sistemas estatales con beneficios variables, verificación retrasada y reglas de búsqueda de empleo poco claras; alrededor de 26,000 presentaron reclamaciones entre el 28 de septiembre y el 18 de octubre. Los pagos varían mucho según el estado y pueden retrasarse, y cualquier ayuda debe ser devuelta si llega el pago retroactivo. Con tutorías recortadas y visitas a un banco de alimentos, dice que el dinero cubriría "lo esencial básico".

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